Tipos de Biomasa: Cuáles son y principales características
Las categorías de biomasa se clasifican en residual, natural y cultivada. Este recurso sostenible se categoriza atendiendo a sus atributos fundamentales, como el origen o el propósito que cumple. Con el fin de generar biomasa, se emplean una pluralidad de materiales tales como: pelets, virutas, bloques compactados, troncos, carozos de oliva o cascarillas de frutos con cáscara.
VARIADAS FORMAS DE BIOMASA SEGÚN SU ORIGEN
La materia orgánica denominada biomasa proviene de múltiples fuentes generadoras.
BIOMASA DE DESECHO
Las acciones humanas son el punto de origen. Surgen de labores del campo, la crianza de animales o el procesamiento de la madera. Estos residuos, en vez de ser descartados, se transforman para producir energía. Presentan costos de fabricación reducidos y favorecen la creación de empleo. Ejemplos incluyen los pequeños cilindros de madera prensada, el orujo de oliva o los envoltorios duros de las nueces de almendro.
BIOMASA ORGÁNICA
Proviene de entornos silvestres tales como los bosques. Constituyen los residuos provenientes de trabajos de poda o corta regulada. Este proceso involucra la reutilización de estos desechos para su empleo en sistemas de calefacción. De no ser así, tales residuos podrían convertirse en combustible para incendios. Aquí se encuentran disponibles todas las variedades de leña.
CULTIVOS PARA PRODUCCIÓN DE ENERGÍA
Procedentes de sembradíos dedicados únicamente a la generación de energía, destacan cultivos tales como la caña de azúcar o el sorgo dulce.
El origen de este combustible sostenible radica en el aprovechamiento de los sobrantes de las cosechas que, a través de métodos de fermentación o reacciones catalizadas por enzimas, dan lugar a un biocombustible eficiente. Tal es el caso del biodiésel, que se obtiene de aceites provenientes de plantas, residuos grasos del procesamiento animal o incluso del aceite generado por microalgas. Por otro lado, tenemos al bioetanol, el cual se produce gracias a la fermentación de diversos azúcares.
Dentro de esta tendencia creciente hacia las energías renovables, los productos que más resuenan y tienen mayor presencia son sin duda los pellets, así como los troncos de madera o las briquetas utilizadas tradicionalmente.
BIOMASA PROCEDENTE DEL AGRO
En el estudio minucioso de los principios, encontramos biomasa predominante para aplicaciones industriales y, en contraposición, aquella prioritaria para la esfera residencial. Seguidamente, exponemos las variedades de biomasa más recurrentes en sistemas de calefacción hogareños.
PELLETS
Puedes distinguirlos fácilmente, ya que adoptan la forma de cilindros diminutos, los cuales están rellenos de serrín prensado junto con astillas finas. Poseen una capacidad calorífica considerable, y es crucial vigilar el nivel de humedad mientras se conservan en almacenaje.
ASTILLAS
Se trata igualmente de cilindros compactos de aserrín comprimido, al estilo de los pellets, no obstante, son de dimensiones ampliadas. Las briquetas son aptas para su empleo tanto en chimeneas como en estufas a leña; y pese a que su costo supera al de la leña tradicional, su capacidad para emitir calor es superior y la producción de residuos cenizos es notoriamente inferior.
ASTILLAS
Las virutas constituyen fragmentos menudos de aproximadamente 5 a 10 centímetros de longitud. El nivel de calidad de estas se ve influenciado tanto por el material de origen como por los métodos tecnológicos aplicados durante el proceso de virutado. Pese a que proporcionan un calor abundante, producen una considerable cantidad de cenizas. Asimismo, su coste supera al de la leña tradicional, atribuido al proceso de virutado que requieren.
LEÑA
La potencia calorífica de la leña varía en función de la especie arbórea de donde proviene, así como de su nivel de secado y de su densidad. Optar por leña constituye una de las alternativas más asequibles entre las biomasas disponibles. Al seleccionar madera de mayor dureza, con una densidad elevada y un significativo nivel de calorías, aumentarás su rendimiento. Sin embargo, un punto a tener en cuenta respecto a la leña es la considerable producción de cenizas, lo que requiere una limpieza frecuente del hogar y el calentador.
CASCARA DE ALMENDRA
Ya sea en su forma íntegra, fragmentada o pulverizada, la envoltura de la almendra representa un eficiente combustible biomasa. A pesar de que su uso no se ha extendido tanto como el de los pellets, las calderas alimentadas con cáscara de almendra continúan ganando terreno paulatinamente en el sector. En términos de producción de calor, si bien es cierto que ofrece la mitad del rendimiento energético del gasóleo, su coste se sitúa aproximadamente en un 80% menos que el de los hidrocarburos.
HUESO DE ACEITUNA
Originario del cultivo del olivar, el residuo del hueso de aceituna proviene del desecho de las almazaras y la elaboración del fruto del olivo. Ya sea en trozos o molido, así como transformado en forma de pelets, constituye otra de las opciones de biomasa disponibles en el mercado. Andalucía se destaca como la región de mayor producción de este tipo de biomasa, gracias a su extenso territorio de olivares. Respecto a su poder calorífico y su coste, se mantiene competitivo con los pelets estándar, en ambos aspectos.
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